Por Héctor Silvestre hijo
El panorama político continúa su curso evolutivo, y cada día se torna más y más interesante.
En el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), las cosas no andan bien. Mientras Temo afirma que “sin Leonel se gana”, el presidente del PQDC, Elias Wessin Chávez, dice que el Dr. Leonel Fernández debe ser tomado en cuenta y que “ha sido maltratado por su propio partido, y agrega que “le han pagado con ingratitud…”.
El gobierno de Danilo Medina comienza a enfrentar grandes obstáculos, y por primera vez muestra signos de debilidad. La ciudadanía empieza a manifestar su descontento porque en vez de apreciarse una mejoría, lo que siente, se huele, se escucha y se ve es más corrupción, más inseguridad y una elevación peligrosa de la deuda pública.
El despliegue de grandes recursos, a través del Ministerio de Educación, no se ha traducido en mejoría del sistema educativo, sino de una crecida descomunal de casos de extorsión, saqueo y de mafias al estilo de la ciudad de Chicago, en Estados Unidos, en la década de 1920 y 1930.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), que, aunque se consolida como la primera fuerza opositora del país, con un candidato novedoso, Luis Abinader, aún tiene pendiente lograr el respaldo de importantes fuerzas políticas, entre los que destaca el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) de Hatuey De Camps Jiménez, quien ha reiterado que sólo o acompañado irá al proceso electoral.
De Camps Jiménez suma experiencia y liderazgo, pero también la codiciada casilla 6 de su partido que sin dudas, canalizará el voto antireelecionista y el voto de los verdaderos perredeistas que no votarán, jamás, por un candidato del PLD.
Por otro lado, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), anunció, a través de su vocero, Ramón Rogelio Genao, el fin de las conversaciones con el PLD y que es prácticamente imposible llegar a un acuerdo con el partido oficialista.
La miopía política de algunos dirigentes del PRM, embriagados del licor del triunfalismo, podría alimentar el surgimiento de una tercera fuerza electoral, que, sumado a algunos partidos que pretenden ir solos a las elecciones, entonces se podría producir un escenario de SEGUNDA VUELTA.
Sería mezquino de mi parte no mencionar a Guillermo Moreno y a Minou Tavárez, quienes, a pesar de no tener un respaldo abrumador, son vistos con buenos ojos por una cantidad importante de dominicanos. Algunos analistas tras bambalina, ya hablan de una posible tercera vía que conformaría Hatuey-Guillermo y Minou, lo que han bautizado «El Bloque de la Dignidad».
En un escenario de «segunda vuelta», en un país eminentemente presidencialista y con instituciones exageradamente débiles, sería peligroso para toda la oposición.
La unidad continúa siendo la principal tarea pendiente y será responsabilidad de los principales líderes opositores llegar a un GRAN ACUERDO con miras a derrotar a la reelección de Medina en primer asalto.
*El autor es licenciado en Administración de Empresas, reside en Santo Domingo. hbss30@hotmail.com